lunes, 21 de septiembre de 2009

Encuentro.

-¿Me quieres ayudar a cooperar?.
-¡Claro!- Conteste. Como negarme a su sonrisa natural y honesta.
-Tienes que rascar un círculo y el número que te toque es lo que me tienes que pagar. -Me miraba expectante, entusiasmada por el suspenso del número que el destino tenía para mí. Cual crees que te salga?.
-No lo sé, espero que 1.¿Rasco en el que yo quiera? -
-¡Sí, en el que tú quieras!
¡Cinco!, ¡Cinco!... ¡¡Miss!!... le toco ¡Cinco!.
Me debes 5 pesos ahora.
Busque en mi bolsillo unas monedas. Le entregue mi cooperación y le sonreí de vuelta.
-¡Gracias!- Y caminó entre las mesas buscando otra mirada cómplice a quien acercársele, arrancando sonrisas de complicidad. Ajena a mi realidad. Feliz por no sé qué razón. Danzando entre las mesas. Vi el amor es sus ojos, me asombre de la ternura de un ser humano.
Gracias por cooperar con mi día.