lunes, 12 de enero de 2009

Ser revolucionario.

La metodología de enseñanza está evolucionando día a día, como cualquier cosa. Evoluciona en sus ideas, ¿evoluciona?, solo cambia. La educación cayó en el juego del consumismo. Se convierte en un negocio. Educación del diseño. Un intercambio de dinero por un titulo, un negocio. El fin último del diseño no debe ser el negocio, el negocio debería de ser la consecuencia de un buen diseño. La educación no debe de compararse con los monopolios de café por innovadores y vanguardistas. Los cambios por el hecho de matar el aburrimiento de lo cotidiano son absurdos. Diseñar plantea un problema, busca una solución a una o varias situaciones. La educación no debería de ser una revolución sin un fin, como planteó Slawomir Mrozek.


En mi cuarto, el armario está en la pared, el escritorio allá y la cama aquí. No quiero la revolución de lo absurdo.
VTH.



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